'Still: A Michael J. Fox Movie' es un retrato conmovedor

Antes de ver "Still: A Michael J. Fox Movie", nunca me di cuenta de lo activo que era Michael J. Fox como actor. Sí, corrió por el ficticio Hill Valley en las tres películas de "Regreso al futuro", pero también estuvo en movimiento en películas como "El secreto de mi éxito" y "Greedy". En el nuevo documental de Davis Guggenheim, Fox conecta su amor por viajar en avión de un lugar a otro con su deseo infantil de vagar y también con el hecho de que, debido a su baja estatura, tuvo que dejar atrás a los matones en su Canadá natal.

"Still" está en AppleTV+ a partir del viernes.

Anuncio

El humor negro del título del documental se aborda de inmediato en la voz en off del propio Fox. "Es una de las grandes ironías de mi vida", dice. "No podía quedarme quieto hasta que literalmente ya no podía quedarme quieto". Vivir con la enfermedad de Parkinson, lo que ha hecho durante las últimas tres décadas, significa que está sujeto a movimientos involuntarios y caídas que a menudo le causan fracturas de huesos y hematomas.

A medida que la enfermedad avanzaba, a Fox le resultaba más difícil caminar, hablar e incluso cepillarse los dientes. Manejar estas tareas requiere terapia y concentración. Hay varias escenas de Fox trabajando con su fisioterapeuta, realizando tareas del día a día y siendo asistido por su familia.

"Todo el mundo habla de ser dueño de su narrativa", dice Guggenheim cuando vemos por primera vez a Fox en la pantalla. "La triste historia del saco es: Michael J. Fox contrae esta enfermedad debilitante y lo aplasta".

"Sí, eso es aburrido", dice Fox.

Guggenheim establece el tono de su película desde el principio. Después de una breve recreación en la que Fox experimenta el primer signo de su enfermedad en su dedo meñique involuntariamente tembloroso ("el temblor era un mensaje del futuro", narra sobre el incidente de 1990), pasamos al presente donde Fox está trabajando. con su terapeuta. Están haciendo un mandado juntos.

Anuncio

Mientras el dúo camina por la calle, se encuentran con varias personas que los saludan. Cuando pasa una mujer, Fox tropieza y cae. Es cierto que jadeé tan fuerte como ella. Es un momento impactante e inesperado; pero en lugar de editarlo para ahorrar vergüenza, Guggenheim lo conserva para mostrarnos su intención de ser lo más honesto posible.

"Encantado de conocerte", le dice la mujer a Fox después de que se recupera.

"Gracias. ¡Me derribaste!" responde, sin perder el ritmo.

"Still: A Michael J. Fox Movie" no es una súplica de simpatía de "ay de mí". El actor no busca la piedad del espectador. Más salado que nunca, Fox mira a la cámara y nos dice que es más duro de lo que parece, al diablo con el Parkinson. Está comprometido a ser él mismo y no protegernos de nada incómodo. Su humor permanece constante en todo momento; cuando la gente de maquillaje sigue jugueteando con su cabello entre tomas, él bromea diciendo que se están esforzando demasiado para un documental.

El desafío de Fox me recordó un clip que vi de Muhammad Ali, quien también vivió con la enfermedad y se lo ve aquí brevemente. En ese clip, Ali realizó una breve exhibición de boxeo, lanzando golpes a la cámara tan rápido que algunos de ellos evadieron ser vistos. Era como si estuviera diciendo que, independientemente del Parkinson, todavía podía flotar como una mariposa y picar como una abeja.

Guggenheim rastrea la carrera de Fox desde sus primeros días en Hollywood hasta su gran oportunidad como Alex P. Keaton en la comedia de situación de la NBC de la década de 1980 "Family Ties". Se nos dice que la inicial del medio de Keaton fue improvisada por Fox en el acto, un detalle divertido teniendo en cuenta que su propia inicial del medio, J., también fue improvisada. (El segundo nombre de Fox es en realidad Andrew).

Anuncio

A partir de ahí, pasa al éxito de "Regreso al futuro" de 1985, el gigante de la taquilla que estableció firmemente a Michael J. Fox como un nombre familiar y dirigió una trilogía de películas, además de engendrar un próximo musical de Broadway. Siguieron otros éxitos, al igual que su matrimonio con la actriz Tracy Pollan y el nacimiento de su primer hijo. Fox admite que siguió trabajando sin parar a pesar de tener una familia. Luego, hizo recrear ese momento de temblor de dedos de 1990 en la escena inicial de la película.

Respecto a esas recreaciones: A veces funcionan. Por ejemplo, cuando la voz en off de Fox (el texto está tomado de varios de sus libros) describe a su yo de 2 años en 1963 escapando de su casa en busca de dulces en una tienda cercana, Guggenheim presenta una pequeña y divertida minipelícula de scratch, protagonizada por actores que interpretan al joven Fox y su familia.

Sin embargo, en otras ocasiones, estos toques estilísticos pueden ser bastante irritantes, especialmente cuando Guggenheim y su editor Michael Harte usan fragmentos de las películas de Fox como una especie de metacomentario sobre pruebas y tribulaciones de la vida real.

Estas son quejas menores. Lo que se destaca en "Still: A Michael J. Fox Movie" es la franqueza y determinación de su tema. Los momentos con sus cuatro hijos adultos y su esposa están bellamente capturados, y Fox no se anda con rodeos en sus respuestas a las preguntas ocasionalmente difíciles de Guggenheim. El resultado es un documental valioso, inspirador y muy fácil de ver.

Anuncio

★★★

STILL: UNA PELÍCULA DE MICHAEL J. FOX

Dirigida por Davis Guggenheim. Con Michael J. Fox, Tracy Pollan. 95 minutos En AppleTV+. R (la película reemplaza la "o" en fox con una "u" muchas veces)

Odie Henderson es el crítico de cine del Boston Globe.